... porque cuando realmente se viene todo abajo, no hay nadie. Esa es la vida en realidad.
¿Ves? Esto es lo que me jode. Tú ni me necesitas. Y yo, solo han pasado cuatro días desde nuestro último encuentro, y ya estoy buscándote desesperada. Pero no importa. No, cariño, ya no hace falta ni que pidas perdón. Está visto que aquí hay que ser muy hija de puta para salir adelante y yo ya me cansé de ser como era, de intentarlo por las buenas.
¡AVISO!: Respeto, dignidad y orgullo se han acoplado hoy en mi vida.