martes, diciembre 29

Eres realmente verdadera.


Tú puedes, yo se que puedes. Y aunque del dicho al hecho haya un buen trecho, cuando se habla de dos, la cosa es más fácil.


Porque aunque a veces no confies ni en ti, cuando te crees en lo más bajo de la cima, en lo mas hondo de las profundidades, a veces, aparece ese "alguien" que necesitas, ese que te da el calor necesario para congelar tu sonrisa con solo una frase, un abrazo.
Sí, hablo de ti. Tú eres una de esas personas para mi, y yo, creo serlo para ti. Más que una cuestión de creer, lo es de sentir. Me gusta sentir que estás aquí conmigo, que tengo tu apoyo, que ries a mi lado, que confias en mi, ADORO saber que estoy contigo, que tienes mi apoyo, que rio contigo, que confio en ti.

Nunca me gustaron las reglas de tres. Es un fin de año, pero una verdadera amistad, no acaba a su vez, podría hacer un calendario para la nuestra y estar siempre en el mismo año, hacer días sin final.

Veintemil gracias dadas y otras muchas más que quedan por dar. Me gusta darlas, me gusta recibirlas, saber que te hecho feliz, saber que me has hecho feliz, pero lo mejor de todo, es que estamos juntas en esto que se llama vida.

20092010.

martes, diciembre 15

Tanto por tan poco.

Mucho para ellos, poco para ti.
Pues si, triste verdad, pero con un "te quiero" me ganan sin más.

Se me olvidó el sonreir y tendré que volver a estudiarlo. La vida me ha enseñado (crea yo lo contrario o no) que no me hace falta nadie para hacerlo, soy maestra de mi misma, nadie podría enseñarme mejor que yo.
Y no me gusta nada remplazar lágrimas por gritos, porque ya ni el llorar me llena, las caras de tristeza por alguna que otra de mala leche. No, ya ni siquiera soy sensible y si lo llego a ser, tengo un autoenfado presente todo el día.

Creo aver borrado mis "buenos dias" de cada agenda, cada calendario... todavía espero algo que los pinte de nuevo.

martes, diciembre 8

Muy muy lejos...

Vamos. No hacen falta maletas. Mi equipaje eres tú, tu equipaje soy yo.

Quiero estar junto a ti a mil noches de este lugar.

jueves, diciembre 3

Quiero ver brillar tus ojos de nuevo.


¿Sabes que pasa entonces?
Que las ganas de una persona por vivir la vida son demasiadas, como para dejarla ir sin desgarrarse el pecho en el intento de un último esfuerzo por verse con una sonrisa en el espejo, por ver a los que le quieren, reir de alegría a su lado. Y hasta el último segundo de un último latido el cuerpo luchará, el corazón bombeará sangre a todos las partes del sistema nervioso,órganos y por su cerebro pasará su vida en una milésima de segundo, hasta verse tumbado en una cuna mirando fijamente el carrusel que no deja de sonar hasta quedarse dulcemente dormido.

A los que quedan, viendo ese último minuto de lucha en tu cuerpo por no perder todo lo que un día te dieron, viendo a ese niño dormir en su cuna, ahora solo les quedará llorar, recordar tu nombre, tu persona, tus momentos junto a cada uno de ellos. Pero, ¿qué? Dentro de un año estarán riendo, no felices por completo, sino riendo, simplemente eso, sonriendo, y a ti no te quedarán labios para regalarle sonrisas a la vida, solo... solo... el frio de los huesos en una gran caja de madera.


Pero, no debes preocuparte. Estás en mi recuerdo para darle calor a lo poco que queda de lo que un día existió.