Con un poco de amor propio.

La verdad que sí, mejor no nacer que vivir para llorar. Bah, que remedio cuando ya ha sucedido. No hay vuelta atrás. No me entristece este hecho. Nunca me arrepentiré de estar aquí.
Asi que, como siempre digo, menos lloros y más fortaleza. Me haría falta un poco de eso en algunos momentos. Creo ser una mujer fuerte, de esas que pueden con cualquier impedimento. No creo haberme dado cuenta de que solo estoy a mitad del camino a la cima.
No todos los días llegan a ser perfectos. Al menos, no como lo deseamos. Eso que dicen de levantarse con el pie izquierdo blablabla, pura sandez para la realidad de mi vida. Si no, aquí me tenéis. Con el mundo en mi contra. Hasta el maldito ordenador. Mi fiel y única compañía de largas noches en vela, se apaga, sin necesidad alguna de darle a off, a cada diez minutos como un temporizador. Mientras vuelve a arrancar, yo, me dispongo a sumergir mi mente en un mundo, el cual, hace posible lo más extraño, lo menos imaginado.No hablo de sueños,hablo de la escritura, los libros.
Leídos mis dos correspondientes capítulos toca pensar en todo lo que hoy, me ha sucedido.El día no ha acabado pero como de costumbre yo ya lo empiezo a resumir. Es rutina.A veces, pienso que esto no debe de ser bueno.De paso, argumento todo. Gran resumen el mio, como de costumbre. Me tocará quedarme con lo mejor, lo más importante, puede.
Digamos que, nunca me ha gustado juzgar sin saber, ni ofender sin motivo. Muy poca gente comparte este gusto.Los que se contradicen a mi idea ahí siguen hablando y rumoreando sin pausa.
A mi, como a cualquier otra persona, también me afecta. No. No puedo admitir que pase. El ser humano tiene un gran fallo. Hacen más caso del que deben a lo que hablen,digan o critiquen personas ajenas. Irremediable. Hay fallos imposibles de rectificar. Pero ante eso, yo lo tengo claro. No pienso cambiar.
El caso, lo importante no es aquello de "No importa que se hable bien o mal de mi, sino que se hable" lo verdaderamente importante es estar aquí para escuchar lo que se dice. Una vez que nos vayamos,que no estemos, seguirán hablando.Sí. Pero ya nada hará daño.